De chicos tenemos una fascinaciĆ³n por todo lo desconocido y pensamos en cada casa como un nuevo lugar para ser explorado.
Al menos este fue mi caso cada ves que entraba a la casa de mis abuelos, cada cuarto era un lugar con su propia historia y objetos antiguos.
FotografĆa original de Diego Arena |
Un dĆa mientras exploraba el cuarto de invitados me encontrĆ© con una caja vieja, al abrirla vi un ajedrez muy viejo.
A los siete aƱos ningĆŗn niƱo esta familiarizado con el ajedrez, inmediatamente busque a mi abuelo y le pregunte, ¿que era?.
El me conto una historia de un reino con una reina y un rey, los cuales estaban constantemente en guerra, como contaban con dos torres para proteger los alrededores, dos caballos para atacar de maneras inesperadas, dos alfiles que servĆan para llegar a lugares donde nadie podĆa llegar, ocho soldados leales a la corona, una reina que querĆa tanto a su reino que aprendiĆ³ a actuar como sus sĆŗbditos y un rey que mantenĆa a todo el reino en sus hombros.
Esta historia se me hizo increĆble y quise saber mĆ”s, fue entonces que mi abuelo decidio enseƱarme a jugarlo.
Cada fin de semana mientras Ćbamos a Malinalco llevaba el ajedrez y jugaba con mi abuelo hasta que se hacĆa de noche, hoy en dĆa sigo guardando ese ajedrez como una de mis posesiones mas valiosas.
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